martes, 18 de febrero de 2014

LA EDUCACIÓN INCLUSIVA

 Para iniciar debemos tomar en cuento el trabajo de muchos años que las Instituciones internacionales han venido realizando por lograr una mejor convivencia de los seres humanos sin tomar en cuenta diferencia alguna que los pueda limitar. La Convención sobre los Derechos de la Infancia (1989), especialmente en el Artículo 23: “Los estados reconocen que los niños y las niñas mental y físicamente impedidos deberán disfrutar de una vida plena y decente en condiciones que aseguren su dignidad, les permita llegar a valerse por sí mismos y faciliten la participación activa en la comunidad…”.
Si hablamos de recibir una educación inclusiva, podemos decir que es la valoración que tienen los estudiantes dentro de un contexto educativo considerando la diversidad, promoviendo el trato equitativo, con participación por igual sin importar las características físicas, mentales, sociales, de contextos cultural, etc.
El termino INCLUSIÓN nace por el año 1990 en Tailandia en el foro internacional de la UNESCO y pretende sustituir la denominación integración, bajo esta premisa,  el sistema escolar debía ser modificada como INCLUSIÓN a fin de que el sistema se adapte y atienda a esta diversidad de estudiantes. Entonces definiríamos la  inclusión (concepto pedagógico)  forma  como la escuela atiende atiende y da respuesta a la diversidad de estudiantes que atiende sin discriminación alguna.
Si hablamos de Educación Inclusiva, podemos decir que es la valoración que tienen los estudiantes dentro de un contexto educativo considerando la diversidad, promoviendo el trato equitativo con participación por igual; sin importar las características físicas, mentales, sociales, de contexto cultural, etc.  
Actualmente existen normas educativas que protegen y fortalecen la Inclusión, el enfoque inclusivo mediante estrategias de atención diferenciada permite ayudar a los estudiantes en su diversidad personal para su integración al grupo de aula y a la sociedad donde se desarrolla. D.S. Nº 026-2003-ED.
Las Instituciones Educativas deben considerar: elaboración de un currículo flexible y diversifica ble que permita a los docentes, la construcción de un currículo pertinente acorde a las necesidades de los estudiantes y de las demandas del contexto local, permitiendo que el estudiante encuentre una relación entre la escuela y su vida en su hogar y comunidad. Que el (la) estudiante se valore como persona  importante  sin considerar algún aspecto que que lo haga diferente a los demás; contribuyéndose así a una mejor integración social, donde se fortalezca la valoración y el respeto por las características propias y de los demás.
 La Formación del Profesorado constituye otro de los indicadores fundamentales para la construcción de 
escuelas  inclusivas. La formación permanente de los profesores debería plantearse como un proceso de aprendizaje constante por las diferentes situaciones que vive el docente con unos estudiantes en un año y otros en otro año. esta capacitación e interaprendizaje deben  acompañar al profesor en los distintos momentos de su carrera profesional  lo que nos va a ayudar a plantear soluciones a situaciones vividas y que necesitan del apoyo para dar solución a ciertos casos. 
                                                                      Revista Latinoamericana de Educación Inclusiva

martes, 11 de febrero de 2014

LA  ESCUELA Y LA FAMILIA INFLUYEN EN LA SALUD MENTAL DEL ESTUDIANTE


          La salud mental de los niños y niñas está en estrecha relación con la atención y  cuidado que la familia y la escuela pueden brindarles. En la primera infancia la salud mental juega un papel importante en los niños y niñas para su desarrollo integral  de   toda su vida.
En la actualidad debido a la situación socio económica que viven las familias de los estratos sociales de bajos recursos económicos se presenta un abismo entre  familia y  escuela por la falta de integración social de la familia con la escuela,  situación que  ha aumentado de modo alarmante . Esto  opera como factor perturbador de la salud mental del estudiante, claramente confundido por la falta de armonía entre las dos  instituciones pilares de la educación.
Si la familia se ocupa preponderantemente y por vía “natural” y espontánea del despliegue afectivo y orientación vital de sus miembros, la escuela se ocupa sobre todo de manera técnica y estructurada de las adquisiciones formativas y de los aprendizajes que requiere la sociedad actual si se cumple se permitirán que los estudiantes adquieran habilidades, asuman retos y resuelvan situaciones problemáticas de su vida diaria y en el futuro las de su entorno social.
El vínculo entre familia e institución educativa permite mejorar la educación, previene ciertos problemas y ayuda a solucionarlos una vez que se presentan.
Hoy en día en las escuelas se observan estudiantes con dificultades emocionales y conductuales que van en aumento cada vez. Consecuencia de ello se crean barreras importantes al aprendizaje y a la participación plena de niños, niñas y jóvenes, en las comunidades de sus escuelas, creando desafíos en sus profesores y preocupación en sus familias. El problema se agudiza, pareciera que como sociedad no lo quisiéramos ver, dado que seguimos reproduciendo sistemas educativos basados en la exclusión, selectividad y competitividad, manifestando con ello un síntoma, más oculto pero fundamental, de la crisis educacional que atraviesa el país. Los trastornos más frecuentes que observamos en las y los estudiantes, que están afectando la concentración, el ánimo, la conducta y rendimiento escolar, son aquellos que se presentan como estados transitorios o permanentes. Aunque actualmente existe la preocupación de cambio y se han dado  normas educativas que señalan lo contrario aún se puede observar la exclusión y selección en ciertos lugares.


Por los propios testimonios directos de estudiantes y profesores,  es evidente la conexión entre estos estados y las presiones al éxito social, las situaciones de abandono por parte de sus padres, la soledad y melancolía, la presión por las notas en formas estandarizadas de evaluación, la frustración respecto a expectativas futuras al egreso escolar, la escasa cabida de los reales intereses de los estudiantes en el sistema escolar o las débiles herramientas de auto conocimiento que les otorga en su educación. 
     Es nuestro reto tomar conciencia y brindar a los niños, niñas y jóvenes una EDUCACIÓN de calidad para que un día nos lleguen a recordar con amor. Su futuro depende de nosotros. !Hagámoslo¡El papel de la familia y la escuela en la educación actual.