martes, 11 de febrero de 2014

LA  ESCUELA Y LA FAMILIA INFLUYEN EN LA SALUD MENTAL DEL ESTUDIANTE


          La salud mental de los niños y niñas está en estrecha relación con la atención y  cuidado que la familia y la escuela pueden brindarles. En la primera infancia la salud mental juega un papel importante en los niños y niñas para su desarrollo integral  de   toda su vida.
En la actualidad debido a la situación socio económica que viven las familias de los estratos sociales de bajos recursos económicos se presenta un abismo entre  familia y  escuela por la falta de integración social de la familia con la escuela,  situación que  ha aumentado de modo alarmante . Esto  opera como factor perturbador de la salud mental del estudiante, claramente confundido por la falta de armonía entre las dos  instituciones pilares de la educación.
Si la familia se ocupa preponderantemente y por vía “natural” y espontánea del despliegue afectivo y orientación vital de sus miembros, la escuela se ocupa sobre todo de manera técnica y estructurada de las adquisiciones formativas y de los aprendizajes que requiere la sociedad actual si se cumple se permitirán que los estudiantes adquieran habilidades, asuman retos y resuelvan situaciones problemáticas de su vida diaria y en el futuro las de su entorno social.
El vínculo entre familia e institución educativa permite mejorar la educación, previene ciertos problemas y ayuda a solucionarlos una vez que se presentan.
Hoy en día en las escuelas se observan estudiantes con dificultades emocionales y conductuales que van en aumento cada vez. Consecuencia de ello se crean barreras importantes al aprendizaje y a la participación plena de niños, niñas y jóvenes, en las comunidades de sus escuelas, creando desafíos en sus profesores y preocupación en sus familias. El problema se agudiza, pareciera que como sociedad no lo quisiéramos ver, dado que seguimos reproduciendo sistemas educativos basados en la exclusión, selectividad y competitividad, manifestando con ello un síntoma, más oculto pero fundamental, de la crisis educacional que atraviesa el país. Los trastornos más frecuentes que observamos en las y los estudiantes, que están afectando la concentración, el ánimo, la conducta y rendimiento escolar, son aquellos que se presentan como estados transitorios o permanentes. Aunque actualmente existe la preocupación de cambio y se han dado  normas educativas que señalan lo contrario aún se puede observar la exclusión y selección en ciertos lugares.


Por los propios testimonios directos de estudiantes y profesores,  es evidente la conexión entre estos estados y las presiones al éxito social, las situaciones de abandono por parte de sus padres, la soledad y melancolía, la presión por las notas en formas estandarizadas de evaluación, la frustración respecto a expectativas futuras al egreso escolar, la escasa cabida de los reales intereses de los estudiantes en el sistema escolar o las débiles herramientas de auto conocimiento que les otorga en su educación. 
     Es nuestro reto tomar conciencia y brindar a los niños, niñas y jóvenes una EDUCACIÓN de calidad para que un día nos lleguen a recordar con amor. Su futuro depende de nosotros. !Hagámoslo¡El papel de la familia y la escuela en la educación actual.

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